miércoles, 2 de febrero de 2011

Fuegos

Es un tiempo extraño, pero fértil. Un torbellino de vanidades y humildades contrapuestas. Una experiencia extra-ordinaria, única e irrepetible.
Me encanta que me haya tocado ser parte de esta revolución de ideas, ver volar las tapas de las ollas por los aires, sentirme salpicada (aunque me queme un poco) del burbujeante bullir de los acontecimientos mientras la metamorfosis inevitable se sucede.

Nada es demasiado malo, ni demasiado triste. Más bien todo lo contrario... si hasta tuve que dejar de escribir para girar mi cabeza y disfrutar de una fiesta de fuegos artificiales que se me acaba de brindar misteriosa y espontánemante, (quizá para eriquecer el texto) dede la vista de mi piso 14...!

 Y sí... la verdad, sigo festejando el maravilloso milagro de poder VER la realidad. Más allá de las dificultades, los tropiezos y las falencias...
Sigo festejando encontrar personas despiertas y agradecidas, sin tanto resentimiento ni recelo... darme cuenta de que aunque siempre habrá quienes sólo se miren el ombligo, cada vez somos más los que miramos hacia adelante.

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